miércoles, 19 de agosto de 2009

Cierto Loco

"... el SOL es lo más importante... y aquel que ama, Gracias por todo... no quiero decir más nada..."


Cierto Loco

jueves, 13 de agosto de 2009

No Veo

No debe pasar los 9 años. Las maneras, los estilos “adultos” no engañan a lentes acostumbradas a ver con el cristal borroso, porque a pesar de todo la adultez es un estado incompatible con la niñez.
Ahí estaba él, Sergio, Abel, Marcos, NN, paradito, pegadito a la ventanilla olorosa que despacha boletos, tarjetas que no lo ven , que le rozan la nariz y no lo ven.
Nosotros tampoco lo vemos, pero aprendimos a esquivarlo, a él y a tantos otros.
Del otro lado de la ventanilla le compite, unos metros más arriba, un televisor que habla del clima, nos recuerda que estamos llegando tarde, y publicita algún producto indispensable para la vida cotidiana de todos los que estamos ahí. Menos para él.

No sabemos para qué quiere moneditas, además es un mal momento histórico para querer moneditas, porque no hay; y él, sin necesidad de leer multimedios, sabe que no hay y sabe que es un poco más probable conseguirlas ahí, en el submundo metálico, es casi un analista.

Desde que lo vi hasta que lo dejé de ver ahí parado pasaron 2 minutos, o menos y casi 20 personas, alguno le empujó unas monedas y otro, y otro... las contaba con los ojos y cuando me descuidé en el pronóstico, tenía un billete de dos pesos en la mano. Y como quien cumple un objetivo se apostó, pero esta vez de frente a la ventanilla y compró un boleto.
Pensé en mi tiempo y en que lo estaba perdiendo, pero entendí que ése siempre fue su lugar, porque lo custodió celosamente, no se fue a Sevilla… no.
Y compró SU boleto, quedaban dos personas y llegaba mi turno.

Se acomodó la mochila y la gorra, caminó al molinete en compañía de la pesada mirada del agente, que no mermó su atención, ni siquiera frente a los anuncios de fuertes tormentas previstas para las primeras horas de la tarde… y él le sostuvo la mirada, es uno de los privilegios de quien camina tan cerca del suelo, le sostuvo y le contuvo la mirada. Apoyó la tarjeta en la ranura, como un imán la máquina se la arrebató y la devolvió unos centímetros después, pocos, pero los suficientes como para estar del “otro lado” y la impunidad se hizo palabras "tomá botón, para vos". Tomá. Y la mano que agitaba la tarjeta, el pasaje al más allá.

Lo perdí de vista por un segundo.

Lo encontré unos escalones más abajo en la escalera mecánica que baja, parece imposible, pero se puede estar más abajo aún… al pie de la escalera, en lo bajo, más bajo, un pibe sentado con un bebé, extiende una gorra pidiendo moneditas, nosotros podemos esquiivarlo sin verlo; pero él, Sergio, Abel, Marcos, NN, sí que lo ve. Él no lo esquiva. Camina derecho, firme, y suelta las moneditas, que le sobraron de la compra de su pasaje, en la gorra del pibe… dobló y se perdió en la multitud. Me estiré pero no lo vi más, y yo que sí lo quería ver, no lo vi más… hasta hoy…


NC

lunes, 10 de agosto de 2009

Criminal

Mucho suicida compatiendo escenario
y tenga usted cuidado, que puede caersele uno encima

y ay!

si hasta los pibes chorros dicen que ya no se puede robar
que hay puro cana en cada esquina

sí, hablan de su esquina

NC

domingo, 9 de agosto de 2009

un pibe normal

las palabras que salen salen sin esperar respuesta son las que atraviesan...el deseo queda ausente en el verbo de la palabra

domingo, 2 de agosto de 2009

intelectuales de la revolución

"se empieza a crear un nuevo germen

el obrero no necesita al patrón

Tiene que servir para que el obrero avance en su conciencia, no para apurarlo y que su propia cabeza empiece a pensar los problemas que tiene como clase

yo me casé para que no me echen, no porque crea en el casamiento, porque por seis meses no te pueden echar si te casás.

en esa subjetividad estamos curtiendo, un combate serio y hasta el final"